Millán (IIS La Fe): “El principal problema del instituto es la estabilización de los investigadores”

Entrevista de Estefanía Pastor para Valencia Plaza el 22 de mayo de 2017, fotos Eva Mañez

D. José María Millán, Director General del ISS La Fe.

VALÈNCIA. En la Comunitat Valenciana se investiga y uno de los principales actores es el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe. Muchos pacientes no conocen de su existencia, pero desde la dirección se encargan de hacerles saber que investigan por ellos. Desde hace un año, José María Millán es el director general y la intención es no solo seguir investigando al máximo de sus posibilidades, sino estabilizar al personal investigador y atraer más científicos extranjeros.

Millán es doctor en Biología por la Universitat de València y dirige el Grupo de Investigación de Biomedicina Molecular, Celular y Genómica del IIS La Fe, la Unidad U755 del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) y es responsable de la Plataforma de Genómica del instituto.

– ¿Qué investigaciones están en marcha actualmente en el Instituto de Investigación de La Fe?

– El Instituto lleva toda la investigación del hospital y al ser un hospital tan grande se investiga prácticamente de todo. Como áreas de especial relevancia tenemos oncología y hematología con un interés especial en oncología pediátrica. Hay una investigación importante en el área de patología cardiovascular, medicina perinatal, patología cerebrovascular y se está haciendo una investigación bastante importante en enfermedades raras, patología neuromuscular, enfermedad inflamatoria crónica, infección grave, perinatología y reproducción así como en tecnología de la información y la comunicación y todo lo que es telemedicina. También tenemos equipos buenos y muy transversales que sirven de apoyo para diversas áreas como biología molecular, metabolómica o genética. Es difícil enumerar las investigaciones relevantes sin dejarse alguna.

– Cuando llegó a la dirección, ¿qué vio necesario cambiar?

– Una de las cosas que me planteé era que el instituto se acercase más al hospital. Tenía una sensación de que íbamos por caminos distintos, y en esto, parte de culpa era del instituto y parte del hospital. Son dos entidades distintas pero que están obligadas a entenderse. El potencial del instituto está en la sinergia con el hospital y el hospital se puede aprovechar del Instituto como ente que representa al hospital en los órganos nacionales relacionados con la investigación sanitaria así como con las otras entidades integrantes del Instituto que en nuestro caso son la Universidad de Valencia, la Universidad Poitécnica de Valencia y el Centro Superior de Investigaciónes Científicas. Este fue mi primer foco de atención, “vamos a intentar ir todos más unidos”.

Había otras cosas que necesitaban cambios según referían algunos investigadores y facultativos del hospital. Realizamos una encuesta a los investigadores y surgieron una serie de problemas percibidos, entre ellos la falta de transparencia, falta de colaboración, falta de espíritu de equipo, etc, y lo que hicimos fue crear unas comisiones mixtas que estuvieran formadas por investigadores del instituto, personal de gestión y personal del hospital para intentar responder a estas demandas.

Estas demandas se han convertido en los valores en los que debe basarse el Instituto y que son los siguientes: integridad, transparencia, vocación de servicio, excelencia, innovación y sostenibilidad. Ahora hace un año de eso y se han hecho muchas cosas, las comisiones han hecho propuestas como la creación de una plan de acogida a los nuevos investigadores,  un plan de igualdad, de resolución de conflictos, etc. Hemos hecho un diagnóstico de cómo está el Instituto para intentar proponer mejoras.

– ¿Y cómo está?

– En cuanto a la igualdad de género, hay un 75% de mujeres trabajadoras del Instituto frente a un 25% de hombres. La investigación cada vez más es un mundo de mujeres y además hay una cosa interesante. Y es que por encima de cierta edad, los investigadores principales de proyectos son hombres pero por debajo son mujeres. Esto indica que, aunque parece haber un techo de cristal, el tiempo igualará la relación de géneros en cuanto a los puestos de mayor relevancia y en los órganos de gobierno del Instituto, y esto se producirá en breve.

También hemos creado una comisión para evaluar la rentabilidad de las distintas plataformas que tenemos, ver qué es lo que a los grupos de investigación les gustaría para trabajar mejor, fomentar la excelencia en cuanto a investigación en general. Hemos creado una red profesional a la que han sido invitados miembros del hospital y del instituto para favorecer las relaciones internas, si alguien busca algo sobre una técnica determinada o un área de conocimiento, que sepa si ésta se puede realizar dentro del Instituto o no. Sí que vi, y no es un problema exclusivo de este instituto, que existe una falta de comunicación entre los distintos grupos de investigación. A veces se solicitan servicios fuera que se podrían hacer aquí dentro.

– ¿Cuánta gente investiga en el instituto?

– Actualmente, contratados en el instituto, tenemos algo más de 300 personas. Pero no solamente son esos, sino que en todo el hospital hay unos 1.000 facultativos y muchos de ellos investigan además de realizar su labor asistencial. Hay más de 3.000 enfermeras y uno de los objetivos del Instituto es potenciar la investigación en enfermería en estos momentos. De hecho, ya hay un grupo acreditado de investigación en enfermería que es de los pocos, si no el único, que existe en España. 

– ¿Cómo se investiga en el ámbito de la enfermería?

– Básicamente, es investigación enfocada en cuidados del paciente. La investigación es un campo muy competitivo. Es difícil obtener éxito sin un bagaje detrás que demuestre experiencia investigadora. En este sentido, la falta de experiencia en investigación enfermera es un hándicap a tener en cuenta para mejorar. Sin embargo, creo que enfermería tiene, ya hoy en día, un enorme potencial en la innovación en cuidados en salud.

Otro campo importante es la investigación en enfermedades raras. Es una investigación traslacional. Está claro que es una investigación que tiene un componente bastante básico porque hasta hace muy poco no había ensayos clínicos ni fármacos que probar en pacientes pero en los últimos años se ha despertado el interés de la industria farmacéutica y se empieza a invertir en estas enfermedades.

En este hospital se están llevando a cabo un número importante de ensayos clínicos en los últimos años para patología neuromuscular o metabólica, entre otras. Los grupos de investigación en enfermedades raras del Instituto intentan, por una parte, mejorar el diagnóstico ya que el diagnóstico se basa en la genética y esto muchas veces no es fácil. Y por otra investigar sobre los mecanismos de enfermedad y en estudios preclínicos. Se trata de probar distintos productos farmacológicos que si funcionan bien en un modelo animal luego pudieran extrapolarse a humanos. También tenemos una línea recién empezada que quiere utilizar la terapia génica para enfermedades raras. Se trata de corregir mutaciones causantes de enfermedad mediante tecnologías como CRISPR.

– ¿Cuántas investigaciones del Instituto se trasladaron al hospital el pasado año?

– Es difícil dar una cifra. En principio, toda la investigación que se hace en el Instituto debe tener como objetivo trasladarse al hospital, poder aplicarse al paciente. Normalmente nuestros proyectos duran más de un año, pero en un año podemos tener cerca de 400 proyectos distintos y unos 700 ensayos clínicos en marcha. Empieza a haber tratamientos para enfermedades que eran incurables y que se están aplicando aquí.

De especial interés es el avance en cuanto al diagnóstico de los trastornos asociados al déficit intelectual o a enfermedades raras de muchos tipos como enfermedades renales o muerte súbita. En cardiopatías el diagnóstico es muy importante. Se está potenciando la fármacogenética, es decir, cómo la administración de un medicamento puede afectar a un individuo. Se están probando distintos tratamientos para la enfermedad de Crohn, para las enfermedades inflamatorias, enfermedad intestinal, la aplicación de técnicas de imagen para el diagnóstico…Me resulta difícil  enumerar una serie de investigaciones que se hayan trasladado sabiendo que se me quedan muchas otras en el tintero. Tendemos a implementar la medicina de precisión dentro de nuestro ámbito.

– ¿Se explica a los pacientes que se está investigando en el instituto?

– Por supuesto, es muy importante explicar al paciente lo que ese está haciendo en el Instituto. Está claro que el paciente tiene que saber que en este instituto se está investigando y, de hecho, organizamos todos los años unas jornadas que se llama ‘Tu hospital investiga para ti’. Hasta este año eran cinco, este año intentaremos hacer más. Elegimos una enfermedad y se invita a las asociaciones de pacientes que están relacionadas con la misma y nuestros investigadores les explican concretamente la investigación desarrollada para que sepan que dentro del Instituto de Investigación de La Fe trabajamos para ellos y no están solos.

Pero todo esto tenemos que decirlo con mucha prudencia ya que los avances visibles para el paciente no serán a corto plazo. Hay que explicarlo tal y como es. Desde el punto de vista del investigador es importante saber comunicar, mantener el equilibrio entre lo que es ofrecer una esperanza, que para muchos de ellos no existía, pero también explicar que puede tardar años y que posiblemente necesitemos hacer más pruebas, más experimentos, que es posible que ellos no lo vean pero las generaciones siguientes sí, hay que trasladarles la información en este sentido.

– ¿Cómo se incentiva a investigar a los médicos?

– Es una buena pregunta. Realmente, el médico que investiga lo hace porque le gusta y porque tiene vocación investigadora. Incentivación en cuanto a aspectos que serían muy lógicos como liberarle de la carga asistencial, que es muy grande en este hospital, no existe. Esto es algo que creo que sería muy importante y que fomentaría la investigación dentro del hospital. Los médicos con labor asistencial lo reivindican desde hace tiempo y es muy justo que lo hagan. Espero que en un futuro con el apoyo de Conselleria de Sanitat y los distintos órganos de Gobierno se pueda llegar a conseguir. Pero de momento el que investiga lo hace porque le gusta y con sacrificio de su vida personal y de su tiempo de ocio.

– ¿Quién financia al instituto?

Hay una subvención de la Conselleria, que es de 150.000 euros en 2017 para el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe, la misma que para el otro Instituto de investigación sanitaria de la Comunitat, el Incliva. El resto lo conseguimos a través de proyectos de investigación, ensayos clínicos de la industria farmacéutica, proyectos de investigación públicos nacionales, internacionales, y privados y donaciones y convenios con distintas empresas y asociaciones.

Tenemos donaciones de asociaciones de pacientes, de empresas privadas y últimamente se está realizando acciones de crowdfounding.  El presupuesto en el instituto no es fijo, pero en 2016 fue de alrededor de 11 millones. Estamos acostumbrados a ser competitivos buscando financiación. La mayoría de centros de investigación a nivel nacional presentan los mismos problemas porque las subvenciones, en general, son muy bajas.

– ¿Tener un biopolo anexo al Instituto da ventajas? 

– Las ventajas que ofrece el biopolo es el carácter diferenciador respecto a los otros institutos porque tenemos una posibilidad de que las empresas biotecnológicas e interesadas en investigación e innovación estén al lado del resto de masa crítica investigadora y del hospital para que cualquier producto tanto de investigación como innovador pueda ser validado dentro del hospital. Además, pretende ser un semillero de spin-offs que puedan surgir dentro de los grupos del propio hospital. De hecho, tenemos dos de estas spin off, que han nacido de investigadores de dentro del Instituto como  son Quibim y Bionos.


– ¿Tienen más empresas participadas?

– Tenemos varias empresas relacionadas con la biomedicina y la salud y muchas expresiones de interés de empresas que quieren venir. Si una empresa quiere venir al Biopolo La Fe, nuestra única exigencia es que sea una empresa con un interés biomédico y nos ofrezca posibilidades en cuanto innovación y que nosotros podamos ofrecerle algo que le interese.

– ¿Vienen investigadores extranjeros?

– A mí personalmente me gustaría que el Instituto fuera un polo de atracción de investigadores extranjeros. Cada vez es mayor la atracción, sin embargo, tenemos que mejorar mucho en ese sentido, no somos todavía un centro que atraiga a grandes investigadores. En cualquier caso, el instituto tiene una clarísima vocación internacional.

– ¿Y eso cómo se consigue?

– Eso se consigue publicando en las mejores revistas y participando en proyectos y consorcios internacionales de excelencia. Tenemos grupos de investigación excelentes, en algunos campos dentro de la élite internacional pero creo que tenemos  un problema de marketing. Tenemos que hacer un esfuerzo de vendernos mejor. Tener más visibilidad en  el exterior.

– ¿Hay algún modelo de instituto que sea ejemplo para vosotros a nivel mundial?

– No hay tantos modelos hospital-instituto. El modelo británico es un modelo parecido a lo que se pretende en el sistema español con los institutos de investigación sanitaria pero con mucho más presupuesto. Normalmente son centros mucho más grandes, que recogen a un hospital o dos, con dos o tres centros de investigación y con dos o tres empresas biotecnológicas alrededor. Imagínate La Fe e Incliva con el Centro de Investigación Príncipe Felipe y el Instituto de Biomedicina de Valencia y dos o tres empresas grandes farmacéuticas, eso sería un centro de excelencia a nivel británico. Nosotros tenemos que adaptarnos a nuestro entorno y, en este sentido, seguimos el modelo propuesto por el Instituto de Salud Carlos III. Siguiendo ese modelo, nos encontramos entre los mejores institutos de investigación sanitaria de España.

– Se nota la mayor coordinación entre institutos.

– Absolutamente. A nivel de la Comunitat Valenciana tenemos una reunión de fundaciones mensual en la que estamos no solo los dos institutos de investigación sanitaria de la Comunitat, sino también el Centro de Investigación Príncipe Felipe, Isavial, Hospital General de Valencia y el Provincial de Castellón. En estas reuniones se ponen las oportunidades en común, nos ponemos de acuerdo a la hora de solicitar infraestructuras y hay voluntad de que haya buena comunicación y la seguridad de que yendo todos en la misma dirección se consiguen más cosas.

– Estabilización del personal investigador

– Uno de los principales problemas que tiene el instituto y la investigación en general es la estabilización del personal investigador. Es nuestro bien más preciado, es gente que está muy bien formada, que se ha ido fuera para mejorar sus capacidades, que intenta volver y que cuando llega aquí se encuentra con 40 o más años, con responsabilidades familiares,  que con suerte consigue un contrato Ramón y Cajal, un contrato Miguel Servet , que le ofrece una estabilidad relativa de 5 a 8 años pero que tras ese tiempo tienen dificultad para seguir desarrollando su profesión como investigadores y desde los Institutos disponemos de pocos medios para ofrecerles una vida profesional más estable.

 – ¿Y cómo se consigue estabilizarlos?

– Invirtiendo en recursos humanos. Está en manos de la administración. Nosotros (los centros de investigación)  solicitaremos tanto a las autoridades autonómicas como a las estatales, que solucionen este problema porque esto nos conduce a la descapitalización de la investigación en España. Podemos invertir mucho en infraestructuras, pero si no hay investigadores que sepan sacarles provecho, de poco sirven. Este es uno de los problemas más graves de la ciencia en España.

Fuente: Valencia Plaza