Por qué los inversores que buscan pescar dividendos deben fijarse en las biotecnológicas

En las últimas tres décadas, el potencial de inversión ilimitado de la biotecnología estuvo relacionado con su capacidad de crecimiento en términos de negocio. Las empresas podrían crecer de la nada para ver generar miles de millones vendiendo curas y tratamientos para el cáncer, el SIDA, la hepatitis, la diabetes, o las afecciones cardíacas.

Finalmente, todas las acciones de crecimiento se convierten en compañías maduras, y ese proceso puede ser doloroso durante ese período de ajuste.

Los inversores han visto históricamente como los gigantes farmacéuticos como acciones defensivas que pagan dividendos sólidos. Después de todo, el desempleo puede aumentar y el producto interno bruto puede disminuir en época de crisis, pero si tienes una enfermedad crónica o caes enfermo, necesitarás tratamiento sin importar el estado de la economía.

Según apuntan desde Bank of America Merrill Lynch, las cosas han cambiado en los últimos años, y las líneas entre el Big Pharma y el maduro segmento de las biotecnológicas se están volviendo “más borrosas”. Ese borrón también se produjo cuando muchas empresas farmacéuticas adquirieron “equipos de biotecnología con valorados en cientos de millones hasta decenas de miles de millones”.

Resulta que algunas de las mayores compañías de biotecnología están pagando tanto e incluso más que las principales compañías farmacéuticas en términos de retribución a los accionistas. Es posible que esto no haya sido tan importante en 2017 y 2018, cuando los tipos de interés estaban en aumento, pero ahora que en Estados Unidos vuelven a bajar, “debes mirar con atención este sector”, según estos expertos.

Otro de los motivos por los que puedes centrarte en los dividendos de las biotecnológicas tiene que ver con los rendimientos de los bonos gubernamentales. La rentabilidad del bono a 2 años de Estados Unidos, mismamente, se encuentra sobre el 1,59% la nota de dos años y del 1.68% para los bonos a 10 años.

Dicho esto, la mayoría de los inversores probablemente apostaría a que incluso las compañías farmacéuticas y las grandes compañías de biotecnología tienen más probabilidades de ver una apreciación de los precios en la próxima década o dos. Si a eso se le añade que en la mayoría de los casos estas empresas proporcionan más retorno por dividendo que la rentabilidad de la renta fija, hay un atractivo aún mayor para invertir en estas firmas.

Los expertos de la entidad bancaria se centran en compañías con capacidad de crecimiento y cuya retribución a los inversores se encuentre por encima del 2%.  Resulta que los principales pagadores de dividendos.

Las compañías que más destacan

En este sentido, dentro de este grupo se encuentran compañías como Merck, cuya rentabilidad por dividendo es aproximadamente del 3,95%. Igulamente, AbbVie sigue siendo el rey de los dividendos en el área de la atención médica, con un rendimiento de dividendos de aproximadamente 6,5%. El problema aquí es que su dividendo es tan alto porque las acciones cayeron cerca del 30% en lo que va de año.

Ahora que las biotecnológicas ya no se enfrentan las mismas trayectorias de crecimiento del pasado, dos líderes de biotecnología se han convertido en grandes pagadores de dividendos. Estas compañías, exponen los expertos, también deberían “tener menos exposición a la crisis de opioides en Estados Unidos”, pero no serán inmunes a los altos precios de los medicamentos que también se complementan con precios de los fármacos mucho más bajos que en otros países.

Gilead Sciences es un claro ejemplo para estos analistas. Actualmente, tiene una rentabilidad por dividendo de casi el 3,9%, y los analistas creen que su potencial para generar beneficios es más que suficiente para continuar “en un camino de fuertes retornos de capital a través de dividendos y recompras”.

Asimismo, Amgen no está teniendo el crecimiento de ingresos del pasado, pero un flujo constante de ganancias lo está ayudando “a mantener su capitalización en el mercado”. Tiene una rentabilidad del 2,9%, que estos analistas creen que es suficiente para “el crecimiento de los pagos a los inversores y la recompra de acciones”.

 

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